Toma de decisiones: racionalidad, acción e intuición

Toma de decisiones
Decidir significa elegir la alternativa considerada más favorable entre las posibles opciones. Las estrategias utilizadas por cada individuo en la toma de decisiones varían con respecto a factores individuales y contextuales.

En teoría, los decisores deberían optar por la alternativa que implica una mayor utilidad. Sin embargo, no siempre razonamos «de forma perfecta» y en una elección interfieren varios elementos, tanto internos como externos.

El «modelo racional» o de «racionalidad absoluta» de toma de decisiones, consta de cinco fases:

  • Definir el objetivo
  • Recopilar información
  • Identificar las posibles opciones
  • Evaluar alternativas
  • Experimentar los efectos

Sin embargo, tomar una decisión no es sólo un ejercicio de racionalidad, una ejecución ordenada y eficaz de una secuencia de acciones. En la práctica de las organizaciones, teniendo en cuenta la importancia de los riesgos y las limitaciones (recursos, de tiempo, información disponible, etc.) dentro de los cuales se debe tomar la decisión, a menudo no resulta posible o conveniente explorar todas las alternativas y evaluar analíticamente todas las consecuencias. Podemos confiar en la experiencia y en el juicio de los decisores, que renuncian a perseguir una solución óptima por una simplemente satisfactoria. Hablamos en este caso, usando una expresión creada por Herbet Simon, de «racionalidad limitada».

Obviamente, en la práctica de los procesos de toma de decisiones, siempre existe la posibilidad de que debamos volver a una etapa anterior o incluso que el proceso no llegue hasta el final (es decir que se elija no decidir). Además, en un contexto organizacional siempre existen actores sociales que guían sus acciones de acuerdo con estrategias dirigidas a mantener o desarrollar su poder de decisión e influencia.
Por lo tanto es cuestionable que la adhesión al modelo racional sea siempre la mejor manera de tomar decisiones. Una contribución en esta dirección es la proporcionada por H. Mintzberg y F.Westley, autores de «Decision making: is not what you think«.

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