Las Necesidades del Ser Digital

Abraham Maslow, uno de los más conocidos psicólogos del siglo pasado y famoso mundialmente por sus estudios sobre la motivación y las necesidades humanas, publicó en los años 40 y 50 del siglo XX ‘La Pirámide de las necesidades’. Se trata de un modelo que plantea una jerarquía de las necesidades humanas, en la que la satisfacción de las necesidades más básicas o subordinadas, da lugar a la generación sucesiva de necesidades más altas o superordinadas.

En particular, el ser humano percibiría 5 niveles de necesidades, ordenados de acuerdo con su complejidad:

Fisiológico: hambre, sed, etc.
De seguridad: salvación, protección, moral, etc.
De aceptación social: afecto, amor, amistad, pertenencia, etc.
De autoestima: prestigio, confianza, éxito, etc.
De autorealización: creatividad, moralidad, espontaneidad, etc.

En la época de la red y de las nuevas tecnologías que conectan a cientos de millones de personas, la pirámide ha sido revisada, teniendo en cuenta las plataformas 2.0, para mostrarnos cuales de las herramientas digitales sean capaces de satisfacer las necesidades de los diferentes grupos maslowianos.

De acuerdo con esta revisión, nuestro primer uso de la red, el equivalente de las necesidades fisiológicas, será la creación de una identidad digital propia, a través de motores de búsqueda y servicios de correo electrónico (Google, Yahoo): existir.

Satisfechas estas necesidades básicas y llegados a ser un poco más expertos de internet, en seguida entenderemos la importancia de proteger el ordenador y nuestros datos personales con antivirus (Norton) y antiespam. Luego, en un sentido más amplio de protección, trataremos de asegurar los fundamentos de nuestro mundo, cuya estabilidad, hoy en día, depende principalmente de la seguridad económica y profesional (Linkedin).

Nuestra naturaleza social y el deseo de aceptación se hacen patentes a través del uso constante de las redes sociales, para mantenernos en contacto con amigos o para conocer nuevas personas (Facebook, Google +), compartiendo con ellas experiencias de vida.

Una vez que hayamos logrados el interés de seguidores fieles, sintiéndonos apreciados en la red, nuestra autoestima se fortalecerá y querremos que nuestra voz se oiga con más claridad a través de los servicios de micro-blogging (Twitter) y de intercambio de vídeos (YouTube): buscamos prestigio y éxito.

Ultima parada: dejar una firma, una marca permanente en la red como forma de autorealización. Este objetivo lo podemos alcanzar mediante la participación en actividades colaborativas (Wikipedia), para ser recordados y apreciados en el futuro, o bien a través de plataformas de blogs (Blogger, WordPress), donde podremos dar rienda suelta a nuestra creatividad y a nuestro ego, para satisfacer el escalón de necesidades más alto y ambicioso.

 

 

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