Zarandajas

Este es un comentario políticamente incorrecto.
Esta semana he pasado dos días en Málaga, en un hotel de la sierra malagueña, un cortijo reconvertido en hotel con encanto. En el avión recorté un artículo de la revista de la compañía que me llamó la atención. El título : “ El éxito radica en tener empleados sin un jefe “. El éxito de qué me pregunté yo ?. Porqué se empeñan en estas zarandajas ? Ah ¡! Claro, se empeñan porque son cosas bonitas o fáciles de escuchar si eres un empleado o si eres un desastre “jefando”  y sobre todo que venden bien en las estanterías de las librerías de aeropuerto.
Está claro que se acabaron ya los tiempos del ordeno y mando y que todos tenemos que ser partícipes de la visión empresarial y llevarla a cabo cada día. Pero de ahí a declarar “muerto” el paradigma de que las personas en el trabajo necesitan planificación, exigencia y control, y por tanto jefes, hay mucho trecho y una profunda ignorancia del comportamiento humano.
Durante unos cuantos años hemos pasado en  clase un cuestionario de 17 ítems que pedimos a los alumnos que ordenen en función de su deseo en la actuación del jefe. Con independencia de la posición organizativa que ocupen y de sus años de experiencia todos ellos llevan a los últimos lugares del ránking dos cuestiones: “Que el jefe controle” y que “El jefe me exija”. Es decir que a nadie ( bueno casi, que como decía aquel “hay gente para todo” ) le gusta que le controlen  y que le exijan, pero amigo… todo aquél que conduce equipos y que es responsable de sus resultados sabe que no se consiguen mejoras si no existe un nivel de exigencia y de control subsiguiente. De nuevo, sin entrar en el modo de ejercer ambos, ya dijimos antes que el ordeno y mando se acabó, que los objetivos se han de fijar consensuadamente y de abajo arriba y que el jefe debe aunar voluntades y ejercer su función participativamente..
Pero queda bonito ese discurso cargado de helio, me decía un amigo, que se lleva a casi todas las cuestiones que tienen que ver con la profesión, cayendo una y otra vez en el discurso “friky”.
Y luego nos preguntamos por qué cada día hay menos directores de RRHH en los comités de dirección.
Zarandajas.

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