En situaciones de cambio organizativo los gestores de personas se encuentran trabajando en entornos de mucha desconfianza. Un nivel alto de desconfianza genera miedo, y el miedo paraliza incapacitando para la acción. Las claves del comportamiento organizativo a desarrollar para disminuir la desconfianza, y por tanto generar confianza, son tres:
1- COMPROMISO.
Hacer exactamente lo que se dice que se hará, discutir cuanto sea necesario hasta la adquisición del compromiso, en caso de no acuerdo y de ser necesario, no adquirir el compromiso. Pero una vez adquirido, cumplirlo escrupulosamente.
2- COMPETENCIA.
Estar capacitado para hacer lo que se dice que se hará. Mantener un alto nivel de profesionalidad y rigor en las actuaciones, planificando y desarrollando con el suficiente aplomo. En caso de no poseer la competencia para la realización de lo que se comprometió, intentar rodearse de profesionales que sean capaces de llevarlo a cabo.
3- RESPONSABILIDAD.
Consiste en hacerse cargo de las consecuencias de lo que se hará. Para bien o para mal la gran mayoría de las decisiones de Dirección de Personas son subjetivas, y lo son porque las toman sujetos sobre otros sujetos basándose muchas veces en percepciones y en herramientas no cuantitativas. Siempre tenemos que intentar que no sean arbitrarias, conseguir que sean objetivas será muchas veces sencillamente imposible. Además en cualquier toma de decisiones asumimos el coste de la decisión no tomada. Cuando promocionamos a un colaborador probablemente no estamos promocionando a uno o varios más por ejemplo.
En cualquier caso seremos responsables de las consecuencias de lo que hacemos, comunicando, que no justificando, las decisiones tomadas y los procesos realizados, y minimizando el impacto que estas consecuencias tengan sobre los resultados y sobre las personas.