El método Kaufman, o de cómo aprender cualquier cosa en 20 horas

El cerebro humano es capaz de aprender muchas nociones y habilidades, sin embargo, a menudo nos damos por vencidos incluso antes de iniciar el proceso de aprendizaje. Por lo general, lo que nos lleva a abandonar es la falta de tiempo, el miedo al fracaso y la frustración de no experimentar mejoras rápidas. Después de los primeros torpes intentos, nos sentimos inmediatamente abatidos y lo dejamos.

Según el escritor Josh Kaufman, autor del libro ‘Las primeras 20 horas’, lo que le falta a la la mayoría de las personas es la perseverancia, una cualidad fundamental para crecer y mejorar. Aprender nuevas habilidades de manera efectiva y en el menor tiempo posible es el objetivo central del crecimiento personal y profesional, ya que nos permite estar más cualificados y adaptarnos de manera flexible a situaciones que cambian constantemente.

Como afirma el autor en su TED, «la mayor barrera para adquirir una habilidad no es intelectual, sino emocional». Es el miedo a sentirse incapaces. Con el método de Kaufman, en cambio, se nos asegura un enfoque casi exclusivamente práctico y estrictamente orientado a obtener resultados inmediatos, por lo que se reduce la frustración del principiante, ya que rápidamente se alcanzan pequeñas metas que nos animan a profundizar en el asunto.

El autor asegura que 20 horas de actividad planificada e intencional son más que suficientes para estar funcionando a un buen nivel, siendo la definición de ‘buen nivel’ obviamente subjetiva. Una estimación bastante aceptada y difundida en los textos de crecimiento personal es que para lograr el dominio de una habilidad hay que dedicarle unas 10.000 horas, pero la realidad es que muchos de nosotros no queremos llegar a ser campeones de natación, sino que nos conformaríamos con saber nadar, al menos al principio y para superar el miedo de no estar a la altura del reto, lo que nos impide dar los primeros pasos.

Kaufman asegura que se necesitan 45 minutos al día durante aproximadamente un mes para aprender a hacer algo de forma satisfactoria, subrayando que la gran mayoría de las tareas en realidad están compuestas por pocas acciones que se repiten muy a menudo y que hay que dominar.

El autor desarrolló esta teoría después del nacimiento de su hija, temía no tener nunca más tiempo para dedicarse al estudio de nuevas habilidades, una auténtica necesidad para una persona curiosa y con ganas de crecer. Las 10 000 horas eran demasiado y ni siquiera podía imaginarlas, pero con un objetivo de 20, la motivación para comenzar un camino de crecimiento y aprendizaje era sin duda mayor.

Kaufman aprovecha el concepto de curva de aprendizaje, que prevé que en los primeros tiempos de estudio de una nueva habilidad, los avances serán mucho más rápidos y evidentes, mientras que en una segunda fase, cuando se debería ampliar y profundizar, las mejoras se hacen mucho más lentas e imperceptibles. El tiempo ideal para alcanzar el punto más alto de la curva de crecimiento inicial ha sido estimado por Kaufman en esas 20 horas.

El método es muy claro y riguroso con respecto a su aplicación, si se desea obtener resultados concretos. Se compone de 4 simples reglas:

1. Descomponer la habilidad. Lo que llamamos habilidad no es más que un conjunto de pequeñas acciones que somos capaces de realizar. Hay que tener las ideas claras desde el principio sobre lo que queremos aprender a hacer. Es decir, no aprender genéricamente a tocar la guitarra, sino aprender esos 4 acordes o esa canción en concreto.

2. Aprender lo suficiente para auto-corregirse. Debemos poder detectar nuestros errores y corregirnos a nosotros mismos. Necesitamos crear sistemas de feedback rápidos, enfocados en la práctica y menos en la teoría.

3. Eliminar distracciones y barreras. Debemos estar completamente centrados en lo que estamos haciendo mientras lo estamos haciendo, en un contexto propicio para el ejercicio.

4. Ejercitarnos durante al menos 20 horas. Son suficientes 45 minutos al día, durante unos 27 días y ya tendríamos más de 20 horas de práctica conseguidas.

El método Kaufman puede ser una valiosa ayuda para aquellos que tienen poco tiempo o que se sienten frenados por el ‘complejo del principiante’. Sin embargo, hay que saber que es un enfoque funcional del aprendizaje, que prioriza las habilidades prácticas con respecto al conocimiento teórico. En este sentido, aprender a hacer algo significa tener que hacerlo, cometer errores y mejorar, subordinando el estudio de la teoría a la práctica. Para crecer y mejorar el tiempo siempre se encuentra.