¿El sentimiento de culpa hace el líder?

andrésraya

Competencia, inteligencia, carisma y rapidez en la toma de decisiones. Saber cómo motivar a los empleados y cómo delegar la responsabilidad. Planificar el trabajo. Las características de un buen líder son muchas, pero ahora un estudio muestra que entre las calidades fundamentales para mejorar la gestión de un grupo de trabajo, también se encontraría el sentimiento de culpa.

La autora del estudio, Rebecca Schaumberg de la Standford University’s School of Business ha tratado de entender por qué en las oficinas, en las tiendas, en las fábricas, nunca falta alguien dispuesto a hacer frente a cualquier clase de petición. Schaumberg ha analizado distintas situaciones de trabajo para evaluar los comportamientos y las actitudes psicológicas de los empleados.

Entre los psicólogos está bastante extendida la opinión de que el sentimiento de culpa mueve muchas de nuestras acciones. Todas las veces que, por ejemplo, decidimos quedarnos en la oficina un viernes por la noche, para tener el fin de semana libre, lo hacemos porque es difícil sentirse realmente relajados y pasar una noche sin preocupaciones, sabiendo que todavía tenemos trabajo atrasado. «En el trabajo, muchas veces el sentimiento de culpa lleva a actuar de una manera positiva y esto hace que muchas personas terminen asumiendo un papel de liderazgo«, afirma Schaumberg.

Los investigadores de la Standford University’s School of Business han realizado una serie de pruebas con decenas de grupos de personas. A cada uno se le preguntaba: «Mientras estás conduciendo tu coche, atropellas a un animal. ¿Cómo te sientes?». Inmediatamente después de contestar a la pregunta, los participantes venían clasificados en grupos, donde tenían la oportunidad de resolver un problema y entrar en la piel de un verdadero líder. Durante el juego, se descubrió que los líderes desarrollaban con mayor facilidad el ‘sentimiento de culpa’. En otras palabras, la sensación de no haber actuado de la manera correcta despierta un mecanismo psicológico de compensación y anima a los futuros líderes a tomar medidas positivas que acaban produciendo efectos benéficos sobre sus trayectorias laborales. Sin embargo, “si pensamos que cuando las cosas van mal en Wall Street, con consecuencias económicas globales, los banqueros se sientan culpables hacia la sociedad, nos equivocamos – concluye Schaumberg -. Como mucho, pueden sentirse culpables hacia su propia empresa o hacia las personas para las que trabajan».

La misma cuestión ha sido objeto de otra investigadora de Estados Unidos, Taya Cohen de la Carnegie Mellon University, que ha puesto especial atención en la ética laboral de los directivos. Esta vez la pregunta era: «¿Te servirías de trabajadores ilegales?”. El 41% de las personas con una baja tasa de sentimiento de culpa dijo que si lo harían, mientras que un porcentaje mucho menor (25%) entre las personas con fuerte sentimiento de culpa se dijo disponible a contar con personal ilegal.

Los dos estudios también han puesto en relieve la diferencia entre los conceptos de «vergüenza» y «culpa». Según los investigadores, en el primer caso es más probable que se descarguen las responsabilidades sobre otros, ocultándose lo más posible. En el segundo caso, en cambio, la persona siente la necesidad de corregir los errores cometidos con acciones positivas. Por esta razón, concluyen los investigadores, si te sientes mal por alguna forma de culpabilidad, no te dejes atrapar por el pánico, ya que eso podría ser una muy buena señal para tu carrera profesional.

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